Aunque sea “un varito”!


Por Luis Alberto Reyes Juárez


Desde hace algunos años Televisa, a través de su Fundación Televisa, se ha encargado de realizar distintas acciones de asistencia social, como el programa de computadoras, de trasplantes de córneas y su proyecto más fuerte, que ha encabezado su altruismo empresarial, el TELETÓN. ¿Pero en realidad es esto una labor altruista, de asistencia social? ¿Sabías que si una empresa, mediante una fundación creada por ésta, realiza donativos económicos a una labor de beneficencia pública, éstos son deducibles de impuestos, es decir, por cada peso que destina a la asistencia social, paga un peso menos de impuestos? Pero éste no es el problema. En realidad, el verdadero problema radica en que miles de personas colaboran con 20, 50 ó 100 pesos, los cuales también son deducibles de impuestos, aunque a la gente que dona estas cantidades, o entrega en las alcancías de la calle, no se le da recibo para que los deduzca de sus impuestos personales. Las grandes cantidades de dinero acumuladas por Televisa, se utilizan todas como si se tratara de una aportación propia de Televisa, que la deduce de sus impuestos en monto suficiente como para que hasta tenga saldo a favor, recibiendo inclusive dinero de nuestros impuestos por este concepto. Pero no es sólo eso. Por los montos que aportan las grandes empresas "a nombre de sus empleados", que colectan entre los mismos para una causa "altruista", ellas obtienen un recibo deducible de impuestos, pero a nombre de la empresa, no de cada empleado, con lo que ésta también puede deducir esa cantidad de los impuestos que debe pagar. De esta forma, todo lo que se dona al Teletón es dinero que el gobierno deja de recibir por concepto de impuestos, y que se debían destinar a obras y servicios a la ciudadanía, enriqueciendo más al ya de por sí millonario dueño de Televisa y los empresarios que le hacen coro y obtienen publicidad gratuita y reconocimientos por su altruismo, que pagan sus empleados. Si a esto se le agrega lo que reciben por concepto de saldo a favor por parte de Hacienda, resulta una cantidad enorme, sin considerar lo que el junior Emilito cobra por explotar una señal aérea de los mexicanos y por la cual no paga nada, ya que el pago de la concesión se hizo hace más de 40 años por su padre, Emilio Azcárraga Milmo, “soldado del PRI” y gran amigo del presidente en turno. Así, además de los millones de pesos que obtiene de ingresos por publicidad, el junior no paga impuestos y, por si fuera poco, todavía cobra saldos a favor por las aportaciones que recibe a favor del Teletón. Éste es un motivo por el que no alcanza el presupuesto para Educación y Salud, misma razón por la que hay pocos mexicanos que ganan más de un millón de pesos por día y mexicanos que apenas alcanzamos humildes $1,500 pesos por mes trabajando, que no alcanzan para nada, y además pagando impuestos (que nos descuentan en automático) ¡y todavía nos conmovemos con los anuncios del Teletón y donamos aunque sea “un varito”!